La felicidad verdadera

Estamos a tan solo unos cuantos días de haber iniciado el 2012, esto significa que muchas personas han realizado o están afinando los detalles respecto a sus propósitos para este Año Nuevo. Los objetivos a lograr pueden ser tantos como los peces en el mar, y todos con gran relevancia y una validez incuestionable. La sensación de frescura que genera el inicio de un nuevo ciclo en el que se tienen puestas grandes expectativas para mejorar nuestra vida en todos sus ámbitos (personal, profesional, económico, amoroso, de salud, etc.) es lo que nos hace estar sumamente emocionados para alcanzar nuestras metas.

Lo cierto es que es muy común observar que conforme pasa el tiempo, avanzan los días y los meses las personas van perdiendo poco a poco el ánimo, y con ello se van esfumando los propósitos que se habían hecho. Las razones pueden ser muchas y perfectamente justificables. Pero aquí lo que quizás cabe resaltar es que TODO lo que sucede en el exterior es un reflejo de nuestro interior y si no generamos un cambio consciente en nosotros mismos que nos haga pensar, actuar, sentir, hablar, es decir… VIVIR de forma diferente, nada de lo que nos rodee afuera (por más dinero, éxito, poder, salud, amor que se tenga) nos hará sentir plenos.

Para experimentar un cambio desde dentro podemos empezar a conocernos o más bien REconocernos a nosotros mismos, pues nuestros ser interior se encuentra en ocasiones cubierto por múltiples capas que nos impiden ver quiénes somos realmente, qué nos gusta y para qué estamos aquí. Estas preguntas pueden parecer muy simples, pero sus repuestas encierran una gran profundidad y requieren un verdadero conocimiento de nosotros. Porque aquí no cabe pensar en las expectativas que los demás tienen de nosotros, sino en lo que realmente queremos y nos hace FELICES.

Es probable que muchos piensen que el tener un auto lujoso, una linda casa, un puesto ejecutivo en una empresa, una novia o novio guapísimo (cual modelo) o viajar en clase premier a los diferentes destinos del mundo les puede proporcionar una gran felicidad, y eso es muy cierto, ¿A quién no le gusta disfrutar de lo mejor?. Pero la pregunta es ¿Cuánto tiempo nos dura la felicidad que nos proporcionan los elementos externos? Sin temor a equivocarme puedo decir que esta persiste el tiempo que nos dura el gusto, lo cual suele ser muy corto, y después nuevamente nos enfocamos a buscar algo externo que llene el hueco de felicidad que nos dejó.

Así podemos pasar toda nuestra vida buscando afuera (en las cosas materiales) nuestra felicidad, haciendo de esta una felicidad intermitente que se esfuma cada dos por tres y que nos deja un vacío cada vez. Pero si lo que realmente buscas es una felicidad verdadera y duradera, empieza por conocerte y alimentar tu parte espiritual, porque te aseguro que la felicidad que esto te proporcione será permanente y te hará sentir un ser pleno en todo momento, disfrutando del hoy y viviendo conscientemente cada segundo. Atrévete a buscar en ti la LUZ que llevas dentro, aprende a expandirla y verás que esta es la mejor inversión que harás en tu vida.

Feliz año y que este 2012 esté lleno de bendiciones para ti y tu familia!!!

Amor y Luz para tu corazón,

Tannya Jaime