El ritmo de vida actual que sobre valúa la riqueza la material y olvida nuestra esencia espiritual y divina, nos ha llevado a un nivel de deshumanización tan profundo que los sucesos violentos ya no generan asombro por ser vistos "como algo de todos los días". Nos olvidamos de los demás y de las circunstancias que viven, pues lo que nos importa es concentrarnos en obtener más recursos económicos para "que nuestras familias y nosotros podamos estar mejor".
Muchas personas cuando viven circunstancias difíciles se preguntan por qué les suceden, y es común que culpen a todos y a todo de lo que pasa. Lo cierto es que no se ponen a pensar que lo que vivimos es resultado de nuestras acciones y pensamientos, y que existen leyes universales que aunque desconozcan o no quieran creer en ellas, esto no impide que se cumplan. Una de estas es la de Causa y efecto, la cual señala que lo que se envía (desea) a los demás es exactamente lo que se recibe.
Un ejemplo claro (de los muchos que hay) de pensar sólo en su propio bienestar y de la avaricia de corazón es lo que recientemente se dio a conocer en México sobre el ex gobernador tabasqueño Andrés Granier quien está siendo investigado por autoridades del país por posible malversación de fondos públicos a partir de que se difundiera una grabación en la que el señor hace alarde de tener "400 pares de zapatos, 300 trajes, mil camisas", todos de marca y comprados en lugares exclusivos del extranjero. Lo realmente penoso es que Tabasco se encuentra dentro de los 10 estados más pobres de México y lo indignante es que mientras le gente de allí lucha por salir adelante ante las condiciones de vida que hay, un ex mandatario de la región posea tanto dinero y se ufane de ello.
Es curioso como las personas que actúan de forma negativa se les olvida que todo lo que hacen tiene las mismas consecuencias que sus actos, y después se preguntan pero ¿por qué me suceden estas cosas? cuando en sus propias acciones tienen la respuesta. Además si hay algo que es muy cierto es que podremos engañar a todo el mundo, pero jamás a nuestra conciencia y mucho menos al Universo que lleva un fiel registro de todo lo que hacemos en la vida.
Vivir centrado en las posesiones materiales y el poder es el resultado de un alejamiento profundo de nuestra esencia divina, las razones principales por las que venimos a este mundo es para compartir y ocuparnos en ayudar a los demás. Sin embargo este desinterés de cómo viven los otros no solo se da en México, sino que es un tema mundial. Los casos que se presentan día a día son múltiples y esta situación está desencadenando eventos cada vez más violentos y que tienen su origen en la intolerancia, indiferencia, egoísmo, avaricia, etc.
Otro suceso que ha llamado la atención recientemente es el acribillamiento de un militar británico a plena luz del día en las calles de Londres, un hecho que hasta hace un tiempo se pudiera pensar sucediera en lo que llaman países de tercer mundo. Las causas de este pueden ser múltiples y variadas, pero sin duda entre ellas está el que los seres humanos nos hemos olvidado de los demás, vivimos como los caballos de carrera que llevan sus anteojeras para solo ver su objetivo. La vida no funciona así, nos guste o no, todo está interrelacionado. Lo que se hace o se deja de hacer siempre tendrá consecuencias para todos a la larga.
Ser una persona espiritual no es sólo meditar, orar, comer ciertos alimentos o formar parte de un grupo determinado, es también la forma en cómo nos relacionamos con el mundo y qué es lo que hacemos por los demás. No es necesario ser un líder espiritual, político, celebridad o deportista famoso para hacer la diferencia en el mundo que nos rodea. Desde nuestro ámbito podemos empezar a cambiar las cosas como ser más tolerantes, realizar acciones positivas para el beneficio de todos (y no solo el nuestro). Ejemplos para hacer son miles, sonreír a los demás, ceder el paso, entre otros.
Pequeñas acciones generan un cambio en el mundo como lo señala la teoría del Efecto mariposa, que en su definición en Wikipedia dice: "dadas las condiciones iniciales de un determinado sistema caótico, la más mínima variación en ellas puede provocar que el sistema evolucione en ciertas formas completamente diferentes en el mediano y corto plazo". Además de que esta interrelación de "causa-efecto se da en todos los eventos de la vida".
Lo realmente importante es que este cambio forme parte de la conciencia colectiva y esto genere una masa crítica importante que modifique el el rumbo que llevan las cosas y sean mejores las experiencias que tengamos todos los que habitamos este planeta. Todo está en que seamos responsables, tomemos acciones y seamos co-creadores de una nueva y positiva realidad para todos.
