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lunes, 27 de febrero de 2017

¿Cómo cuidarnos de los vampiros energéticos?

Hablar de energía es recordar que absolutamente todo lo que existe en la Tierra emite una vibración, la cual se mueve en un rango entre la alta y baja frecuencia. Es decir los seres humanos, animales, plantas y hasta las piedras o minerales que parecen inertes, emiten energía.

Los humanos podemos percibir la energía que damos y recibimos de las personas e incluso de las piedras y las plantas. Por eso cuando estamos rodeados de la naturaleza sentimos armonía al igual que cuando usamos minerales para aliviar emociones y enfermedades, a esto último se le conoce como cristaloterapia.  

Los pensamientos, palabras, oraciones y música también generan una vibración, algo que mostró el japonés Masaru Emoto, en su libro ‘Los Mensajes Ocultos del Agua’.  

Emoto realizó experimentos con agua expuesta a diferentes palabras, dibujos o música y posteriormente examinó los cristales formados en su composición por medio de fotografías microscópicas. 

El autor japonés enseñó que el agua expuesta a palabras, pensamientos, oraciones y música positiva había formado cristales hermosos, caso contrario a lo sucedido con el agua expuesta a los mismos elementos pero con un sentido negativo.

Los experimentos de Emoto nos llevan a pensar, si esto sucede con el agua ¿qué puede pasar con nosotros los humanos?

Lo cierto es que al estar con personas que constantemente se quejan, hablan mal de los demás, y solo se enfocan en el lado negativo de las cosas, te dejan sintiéndote cansado, triste, desmotivado, es decir hacen que se baje nuestro nivel de energía.

¿Les ha sucedido esto? Si es así, entenderán la sensación y el porque a este tipo de personas se les llama “vampiros energéticos”. Esto porque drenan completamente la energía con tanta palabra y pensamiento negativo.

Lo mismo sucede al escuchar o leer el tratamiento negativo que le dan a las noticias difundidas en los medios de comunicación, algo que agobia en lugar de informar objetivamente y generar un punto de vista positivo en las personas. 

Un claro ejemplo fue lo sucedido luego de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, cuando todos los medios transmitían repetidamente los efectos negativos que podría haber. Esto generó que la gente estuviera preocupada y hablara de lo mal que iban a estar las cosas ¿Lo recuerdan?.

Por eso hay que cuidar con quién nos juntamos, lo que hablamos, leemos o escuchamos porque eso repercutirá directamente en nuestro nivel energético, es decir en lo bien o lo mal que nos sintamos, la forma en la que percibamos el mundo y lo que atraeremos a nuestras vidas.

Como lo describe la famosa Ley de atracción, "lo que piensas, llamas", por eso la pregunta a hacer es ¿Tú cómo te quieres sentir y vivir? 





domingo, 19 de febrero de 2017

¿Cómo crear ángeles positivos que nos ayuden en la vida?

Hablar de ángeles es un tema que en lo personal me resulta muy apasionante e interesante, sobre todo por saber que estos hermosos Seres de Luz nos acompañan durante toda la vida y siempre están dispuestos a ayudarnos, sólo esperan nuestro llamado.

Es importante mencionar que en la jerarquía angelical existen los 7 Arcángeles principales encabezados por San Miguel, quien es conocido por brindar protección y resguardo de personas o situaciones negativas. Junto al Arcángel Miguel también están Gabriel, Rafael, Uriel, Chamuel, Jofiel y Zadquiel.

Cada uno de ellos tiene cualidades y funciones diferentes, todas al servicio de los seres humanos con el fin de brindarnos amor, confort y guía en nuestro camino por la Tierra.

Además de contar con estos maravillosos Seres Arcangelicales, nosotros como humanos podemos crear ángeles, sí lo leíste bien, tenemos esa gran facultad, pero ¿cómo lo hacemos?

Yehuda Berg, en su libro “Inteligencia Angelical” (Angel Intelligence, en inglés) escribe que el Kabbalista Rav. Isaac Luria “enseñó que hay ángeles temporales que son fuerzas energéticas buenas o malas creados por nuestras palabras e intenciones”.

De acuerdo a lo expresado en el libro de Berg, los kabbalistas enseñan que las acciones, pensamiento o palabras genera un ángel positivo o negativo que se anexa a nuestra existencia.

Por ello, hacen especial hincapié en que cualquier pensamiento o acción mala en contra de otro ser humano, o cada impulso egocéntrico que se tenga crea ángeles negativos que bloquean o dificultan el camino de la persona que los realiza.

Pero así como se pueden crean los “ángeles negativos” si se tienen pensamientos, acciones, emociones y palabras positivas, se forman “ángeles buenos” que nos bendicen y ayuden a crecer.

Con estas ideas Berg y los antiguos kabbalistas ponen de manifiesto que la realidad que vivimos es un espejo de nuestro interior, porque refleja lo que pensamos, hacemos y decimos e incluso señalan que si no se tiene nada bueno que decir, mejor no se diga nada, porque estamos sujetos a la llamada ley de Causa y Efecto, que dice “Lo que se da, se recibe”.

Es así como nuestra vida se puede comparar con un libro del que somos los autores.

Por ello vivirla con la conciencia de saber que lo que damos, recibiremos, nos ayudará a modificar nuestras acciones, palabras y pensamientos para de esta forma crear una legión de "ángeles positivos" que nos ayuden a ser felices y vivir en armonía, y que está misma dinámica se extienda de forma masiva a cada una de las personas en el mundo. Lo único que tenemos que hacer es poner de nuestra parte para que así sea ¿Te unes a vivir en el amor?

domingo, 12 de febrero de 2017

Vivir desde el interior, la verdadera llave de la felicidad

Ser felices y lograr realizar nuestros sueños son dos de las cosas por las que más luchamos los seres humanos. Creemos que siguiendo la dinámica marcada por las sociedades capitalistas en la que trabajar muchas horas y atiborrar nuestras agendas con múltiples actividades nos hará exitosos, ganar mucho dinero y con esto alcanzar la felicidad plena.

Sin embargo aunque en teoría esta forma de vida podría ser la idónea, en la práctica no lo es tanto, porque comenzamos a convertirnos en seres autómatas, es decir actuamos sin reflexión haciendo las cosas por responsabilidad, dinero, prestigio, entre otros muchos motivos, y nos olvidamos de disfrutar lo que hacemos.

Con el tiempo las obligaciones y responsabilidades se convierten en una especie de carga que no podemos evadir ni soltar. La manera actual de tratar de liberarse de ellas, al menos por unas horas, es bebiendo alcohol, siendo comedor o comprador compulsivo, teniendo múltiples parejas amorosas a la vez o ser incapaz de permanecer soltero por un periodo porque siempre se tiene “encendida” la siguiente velita.

Como estos ejemplos hay muchos más, sin embargo lo realmente importante es darnos cuenta que el estilo de vida actual basado en el consumismo promueve ver y buscar en el exterior todas las respuestas y los medios para sentirnos bien, satisfechos y contentos en la vida, pero ¿en realidad esto es así?

Una de las más sonadas consecuencias de este esta forma de vida es la depresión, un trastorno mental que de acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afecta a alrededor de 350 millones de personas en del mundo.

La depresión es un trastorno del estado de ánimo, que puede ser transitorio o permanente, caracterizado por generar sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad, así como provocar una incapacidad total o parcial para disfrutar de las cosas y de los acontecimientos de la vida cotidiana.

Este problema de salud mental, al igual que muchos otros transtornos, es un enemigo “silencioso” que está allí pero muchas veces se desconoce porque se disfraza de “cansancio” por las labores que se realizan en el día y durante la vida.

Una manera para encontrar alivio y cura a estos problemas de salud moderna está en dejar de ver al exterior como nuestro único proveedor de todo lo que necesitamos en la vida y voltear a nuestro interior, un lugar sagrado en donde además de tranquilidad encontraremos todas las respuestas que buscamos.

Para contactar con nuestro interior lo podemos hacer a través de la meditación, oración y rezos, algo que permitirá reducir el estrés generado por el ritmo loco de la vida, brindará paz, tranquilidad y ayudará a cambiar nuestra forma de ser, actuar, hablar, percibir y sentirnos en el mundo.

Una investigación de la Universidad de Oregón, en Estados Unidos, demostró que practicar meditación ayudaba a producir cambios en el cerebro que aumentaban la protección de este ante posibles amenazas y enfermedades mentales.

Existen múltiples estudios realizados por investigadores en el mundo que vinculan a la meditación con mejoras sustanciales en el control del dolor y las emociones, así como superar enfermedades y mejorar la calidad de vida.

La meditación, oración y el rezar es darnos la oportunidad de regresar a nuestro interior, nuestra fuente de vida. Ese lugar mágico y seguro que nada ni nadie puede tocar y que al estar en armonía proporciona energía positiva que ayuda a estar y sentirse bien.

Además provocan un cambio de conciencia al comprender que el estar y sentirse bien es responsabilidad de uno mismo y no depende de lo que sucede afuera o con las personas que nos rodean. Es darse cuenta que no existe esa “pastilla mágica” que con solo tomarla en 2 minutos quita el malestar, sino que hay un trabajo individual.

Meditar, orar y rezar forman parte de un trabajo personal en el que hay un compromiso real por el autoconocimiento y el bienestar de uno mismo.

Tú eres el responsable de tu vida ¡pon manos a la obra!